EL DESAFIO DE LA CONCILIACION
El presente texto es, por un lado, una invitación a reflexionar sobre la conciliación entre maternidad y trabajo; y, por el otro, una propuesta a considerar el espacio psicológico como un recurso de apoyo oportuno para que las mujeres puedan construir una conciliación lo más cercana a sus deseos de maternar y de trabajar.
Unas breves palabras para contextualizar la realidad de las mujeres en el mercado laboral. Es importante conocer las características del entorno laboral, ya que las variables del ambiente y sus dinámicas influyen en las vidas y elecciones de las mujeres.
En las últimas décadas, la tasa de actividad femenina creció considerablemente en el mercado de trabajo. Ello significa, que las mujeres pudieron incorporarse y adquirir derechos y responsabilidades en un territorio que históricamente fue considerado como masculino. Sin embargo, la incorporación de las mujeres dentro del mundo del trabajo ha tenido, y sigue teniendo, desafíos. Además de las brechas de género que existen en la participación laboral, los salarios, el acceso a cargos jerárquicos, también nos encontramos con diferencias en el desarrollo y la evolución de las trayectorias laborales femeninas, especialmente cuando éstas son atravesadas por la maternidad. En este sentido,las dinámicas de trabajo no se han flexibilizado teniendo en cuenta la participación de las mujeres, sobre todo cuando se trata de acompañar las necesidades que demanda la crianza.
Al mismo tiempo, necesitamos tener en cuenta la influencia de los mandatos de maternidad, aún vigentes en nuestras sociedades, y que afectan las formas de sentir y condicionan las elecciones de vida. Según dichos mandatos, el rol de las mujeres en la sociedad debería estar abocado a las tareas de cuidado y del hogar, y estas expectativas sociales, como decíamos, generan efectos en nuestras elecciones, incluidos nuestros trabajos.
Finalmente, tenemos que contemplar lo que ocurre a nivel intrapsíquico con la llegada de la maternidad, y los consecuentes cambios que suceden en nuestra subjetividad. Con la llegada de la maternidad, la relación de la mujer con su mundo se modifica. Cambian sus prioridades, sus necesidades, sus intereses, su forma de relacionarse con los objetos, los otros y el entorno. La mujer misma entonces atraviesa una modificación en su identidad, sufre profundos cambios subjetivos.
En estas condiciones, podemos sostener que conciliar maternidad y trabajo no sólo representa un desafío, sino que además es una experiencia que suele producir conflictos anímicos.
Aquí, es donde me parece importante introducir la función del espacio psicológico como sostén y acompañamiento emocional para aquellas mujeres que se encuentran transitando por el arduo trabajo de querer conciliar su maternidad con sus carreras laborales.
La terapia resulta una herramienta de gran ayuda para que las mujeres puedan disminuir el estrés emocional vinculado a esta situación, logren elaborar los conflictos asociados a los mandatos, los cuales suelen ser fuente de tensión entre los deseos de maternar y los deseos de trabajar; facilitándoles la creación de nuevas estrategias para afrontar los desafíos que experimentan en esta etapa. En definitiva, la terapia ofrece un espacio de apoyo para lograr que la maternidad y el trabajo puedan coexistir en una realidad lo más placentera posible y única para cada mujer.
Bárbara Berjolis
Psicóloga.